En la charla con Radio 1070, Mariano Campero entró en una contradicción flagrante que lo metió en un bucle del que no sabía cómo salir.

Es que sostener que ser profesor universitario siempre lo tomó como algo vocacional -aunque lo consideraba algo incorrecto- y al mismo tiempo desfinanciar la educación pública votando en contra, no tiene la menor lógica.

Para colmo señaló -él mismo puso el ejemplo- que su mujer es docente, con un sueldo de 250.000$, y que de no ser por su salario de diputado no podría llegar a fin de mes.