Algunos personajes de la política, como el diputado libertario Lisandro Almirón, deberían guardar silencio y no dar entrevistas porque cada vez que abren la boca dan vergüenza ajena.

Después del showcito que montó Almirón a pedido de su jefe Martín Menem, el diputado habló con Radio con Vos donde fue consultado por las palabras de su colega de bancada Marcela Pagano, que trató al presidente de la Cámara de fascista, y su respuesta fue patética.

Almirón empezó tratando de justificarse y dijo que no quería opinar pero después tiró una burrada: “Hace poco fue mamá”, intentando justificar la reacción de Pagano por una cuestión hormonal. Patético.