Para muestra basta un botón, pero hay que saber verlo y dimensionarlo, cosa que no ocurrió cuando el prestigiosos orfebre Juan Carlos Pallarols denunció que Karina Milei le pidió dinero para reunirse con su hermano.

El encuentro era puramente protocolar y estaba inmerso en la costumbre de que Pallarols creara el bastón presidencial a gusto del mandatario electo.

Eso no impidió que la hermana del Presidente le pidiera dos mil dólares para una reunión por la que nunca se tuvo que pagar y forma parte de la rutina de la Casa Rosada.

Con el escándalo de la cripto $LIBRA resurgió la denuncia de Pallarols en una muestra que lo sucedido con la estafa no fue un hecho aislado sino un ‘modus operandi’ de La Libertad Avanza.