Mientras el escándalo por la estafa que involucra al presidente argentino sigue creciendo y ya está en manos de la Justicia, tanto la local como la internacional, alguno, como Alfredo Leuco, siguen apuntando a su entorno como si fuera el responsable, y como si Javier Milei fuera incapaz de tomar sus propia decisiones.

Y aunque Leuco, con su habitual cobardía, no se animó a decir las cosas por su nombre, queda claro que el Presidente violó la ley de ética pública y no se trató de su compulsión por el abuso de las redes sociales.

Lo cierto es que Leuco le puso nombre y apellido a los que, según él, fueron los responsables de acercar a los supuestos estafadores al mandatario por lo que “la guillotina de Karina” esta vez debería caer sobre ella misma y sobre el vocero presidencial.