Dos gauchos tuvieron inconvenientes con sus caballos, primero por uno que se desbocó arrastrando a su jinete, y después con otro que perdió el equilibrio y se cayó a pocos metros del palco oficial.

La presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, que quedó claramente expuesta, buscó visibilidad propia apoyándose en la tradición gauchesca -se vistió para la ocasión con el tradicional poncho rojo-, en la religiosidad que viene pegada, y en los valores conservadores que lo respaldan