Claramente el tuit de Victoria Villarruel insultando al pueblo francés estuvo absolutamente fuera de lugar. No porque diera su opinión sino porque es la vicepresidenta de la Argentina y debe medir sus palabras.

Para dejarle en claro a Francia que el tuit no representaba el pensamiento del gobierno, la hermana del presidente, Karina Milei, se apersonó en la embajada en un hecho que abre un abanico de dudas.

Si Villarruel ofendió, como efectivamente parece haber hecho, al pueblo francés por tratarlo de “colonialista” debería haber sido ella la que pidiera las disculpas del caso en persona.

Pero como segunda opción, tratándose de un tema de relaciones diplomáticas, debería haber sido la canciller Diana Mondino la encargada de ir a hablar con el embajador. Pero nadie sabe adónde estará la ministra de relaciones exteriores cada vez que la Argentina se enemista con un gobierno extranjero por algún exabrupto..

Las malas lenguas aseguran que la decisión de que fuera Karina la encargada es que, al menos hasta el momento, Francia envió solo dos invitaciones a la apertura de los Juegos Olímpicos y por una cuestión de protocolo el embajador argentino en Francia debe estar presente. Karina Milei no quiere perderse la visita a la Torre Eiffel pero sigue esperando que la inviten oficialmente.