El acto de los treinta años del atentado a la AMIA le dio el pie a Amos Linetzky, presidente de a institución, para referirse a un hecho más reciente: el ataque de Hamas a Israel.

Con ese punto de partida comenzó a disparar sobre la Cruz Roja, Unicef, las organizaciones de Derechos Humanos, entre otros, para dejar salir un recelo peculiar contra el movimiento feminista.

Por eso se preguntó por qué faltó sororidad con las mujeres que vivían en Israel y fueron violadas, torturadas y asesinadas por los terroristas islámicos.