Roberto Carlés, abogado y académico propuesto por el Poder Ejecutivo para integrar la Corte Suprema de justicia (y ex coordinador de la Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización e Integración del Código Penal de la Nación) fue recibido este viernes en el Vaticano. También participó de la reunión Federico Mayor, Presidente del Comisión Internacional contra la Pena de Muerte y ex director general de Unesco.

"La idea que transmitió el Sumo Pontífice se basa en los lineamientos que ya estableció el año pasado y que se basan en tres pilares que a su entender son incompatibles con la pena de muerte y las penas perpetuas: la reparación, el arrepentimiento y la confesión", subrayó Carlés.

"Francisco nos reiteró su intención de ir hacia acciones concretas que salgan de las habituales condenas. En algunos países en los que es difícil poder llegar a la abolición de la pena de muerte, por ejemplo, se busca avanzar moratorias, tal como ocurrió en febrero en Pensylvania, Estados Unidos", agregó el jurista y doctor en Derecho Penal por la Università degli Studi di Ferrara, que es un posible candidato para la Corte Suprema.

"La pena de muerte es contraria al sentido de la humanidad y a la misericordia divina, que debe ser modelo para la justicia de los hombres", escribió el Papa en una carta que entregó a Carlés y Mayor.

"Como expresé en mi alocución del 23 de octubre pasado, la pena de muerte implica la negación del amor a los enemigos, predicada en el Evangelio. Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad estamos obligados no sólo a luchar por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal, y en todas sus formas, sino también para que las condiciones carcelarias sean mejores, en respeto de la dignidad humana de las personas privadas de la libertad", agregó el Sumo Pontífice.

"Es imposible pensar que los Estados no dispongan de otro medio que no sea la pena de muerte para defender del agresor injusto la vida de las demás personas", aseveró el Pontífice en una carta a una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal fechada el 23 de octubre de 2014 en la que también convocó a "mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad".