El exjefe del Ejército César Milani, procesado por enriquecimiento ilícito
El juez federal Daniel Rafecas dictó este lunes el procesamiento del ex jefe del Ejército por enriquecimiento ilícito y le trabó embargo hasta cubrir la suma de cinco millones de pesos, al entender que no pudo justificar sus bienes en relación a sus ingresos.
Este lunes, el juez federal Daniel Rafecas procesó César Milani, ex jefe del Ejército durante el último período kirchnerista, por enriquecimiento ilícito. Además, le trabó embargo hasta cubrir la suma de cinco millones de pesos, al entender que no pudo justificar sus bienes en relación a sus ingresos.
Por el mismo delito, Rafecas también procesó y embargó por dos millones de pesos al militar Eduardo Enrique Barreiro, señalado como un presunto testaferro que a su vez está imputado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura y cumple por ello arresto domiciliario.
Milani quedó bajo la lupa por la compra en junio de 2010 de una casa en el barrio La Horqueta, en San Isidro, por un valor declarado en escritura pública de 1.500.000 pesos, aunque se desconoce cómo hizo para conseguir la mitad de ese dinero, en función de su sueldo.
Según la investigación, para intentar justificar el origen del monto faltante, Milani habría apelado a fraguar un documento, supuestamente fechado en diciembre de 2009, por el cual su amigo y compañero de armas retirado Barreiro aparecía efectuándole un préstamo de U$S 200.000 (unos $ 800.000 para esa fecha).
Pero los peritos contadores oficiales descartaron ese papel como válido porque "no tenía fecha cierta, ni tenía respaldo de movimiento bancario alguno, ni intervención de escribano o de testigos" y porque Barreiro "carecía de la solvencia económica mínima como para poder prestar una suma semejante".
Además ni Milani ni Barreiro reflejaron en sus declaraciones juradas impositivas la existencia del mutuo en cuestión.
Milani también ofreció como prueba la venta que le hizo a Barreiro de un departamento de su propiedad en la calle Moldes, en noviembre de 2010, como si hubiera sido parte del pago entre ambos, pero esa operación también quedó impugnada porque, entre otros puntos, el ex militar continuó pagando las expensas durante los tres meses siguientes a la supuesta venta.
Considerandos del Juez
"Arribado a esta etapa del análisis, no puedo sino concluir que se encuentran reunidos respecto de César Milani y Eduardo Enrique Barreiro los extremos exigidos por el artículo 306 del Código Procesal Penal de la Nación para dictar sus procesamientos, pues considero que se han reunido en la causa las pruebas suficientes para estimar que existe un hecho delictuoso y que encartados han participado activamente de su comisión", dijo Rafecas en un fallo de 505 páginas.
"En otras palabras -añadió-, existe probabilidad positiva de la existencia del hecho (la acción de haberse enriquecido de un modo apreciable y que ello no resulte justificado objetivamente -enriquecimiento ilícito-) y de la intervención punible de los imputados".
A criterio de Rafecas, "existen elementos más que sólidos, concordantes y suficientes para tener por probado, con el grado de probabilidad que requiere este pronunciamiento, que César Milani incrementó su patrimonio de manera apreciable, ilícita e injustificadamente durante el período en el cual ejerció la función pública como Director de Inteligencia del Ejército Argentino, incremento que fuera verificado entre los años 2009 y 2011".
Según resaltó, "dicho incremento se verificó con la compra de la casa en el barrio de La Horqueta, de la localidad y partido de San Isidro, Provincia de Buenos Aires".
"Tal incremento patrimonial apreciable no encuentra respaldo ni justificación acorde a sus recursos legítimos -haberes- registrados y declarados en las declaraciones juradas patrimoniales públicas y reservadas presentadas ante la Oficina Anticorrupción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación durante período en el cual ejerció la función pública", añadió.
Al mismo tiempo, Rafecas advirtió que "se encuentra debidamente probado que Barreiro ha participado del delito por el que fuera imputado en su calidad de 'persona interpuesta' al constituirse como acreedor de Milani en el contrato de mutuo privado, que ambos celebraron con la sola finalidad de que el primero de los nombrados intentara justificar un origen lícito respecto de las sumas de dinero indicadas".
"Ha quedado claro a raíz de los medios de prueba recabados que Barreiro al tiempo de celebrarse el contrato de mutuo cuestionado, no contaba siquiera con el respaldo económico que le permitiera otorgar a Milani el supuesto préstamo acordado", sostuvo el juez.