Hay que ser muy insensible para no sentirse atravesado por el dolor de este hombre que rompe a llorar al contar el calvario que atravesó -y todavía lo amenaza- desde que el Gobierno decidió dejar de entregar la medicación para los pacientes oncológicos.

Este caso no es único ya que son cientos los que precisan de la ayuda del Estado para continuar con sus tratamientos y si no la tienen terminan falleciendo, como le ocurrió a Camila Giménez, quien murió aguardando sus medicamentos.

Si bien la provincia de Buenos Aires, a partir de una decisión de Axel Kicillof, se difrenció del gobierno nacional, esto no es suficiente y se necesita un política asistencial para todo el país.