Alguno referentes de la derecha todavía creen que pueden ser graciosos aunque los hechos los desmientan. Este fue el caso del diputado del PRO Damián Arabia, el mismo que se hizo tristemente célebre cuando se escapó al carnaval de Venecia, se quiso hacer el piola al mostrar que estaba ingresando a la Quinta de Olivos con una ensalada de papa y huevo.

Pero más allá de la pantomima y que haya aclarado que tenía “mercado pago” para poner los 20 mil pesos que le pedían, el diputado cometió un grave error.

Y es que el auto que lo trasladaba y con el que ingresó a la quinta presidencial, tenía la patente adulterada. Un delito que en la Argentina lleva una pena de prisión de 1 a 4 años.

Obviamente es difícil que algo le pase a un diputado que está cometiendo un delito aunque sea con flagrancia como en este caso, pero es vergonzoso que un diputado de la Nación se traslade en un vehículo que está claramente en falta.