Por un lado hablan de los altos índices de pobreza y por el otro aseguran que Argentina está llena de dólares.

Rodríguez aseguró que “hasta las mucamas compran dólares” y ante la repregunta de María O'Donnell corrigió las formas para asegurar que hasta las empleadas domésticas compraban dólares, en proporción al sueldo que tienen. Como si una empleada doméstica tuviera el suficiente sobrante de su sueldo como para comprar divisas extranjeras.

Después empezó una discusión bastante sin sentido sobre si se puede o no comprar dólares y ahí pareció que el experto en dolarización hizo agua.