El caso de la diputada libertaria Lourdes Arrieta quedará en los anales de la política argentina, o tal vez no. Pero si algo queda claro es que la diputada intentó despegarse de la visita a los genocidas e inició una guerra interna en el partido.

Arrieta al principio dijo que no sabía quién era Astiz, después apareció en la Cámara con el Nunca Más y para terminar no solo difundió los chats de la organización del encuentro, donde dejó pegada a Patricia Bullrich sino que además aseguró que existía un proyecto de ley para beneficias a los genocidas.

Después de una denuncia por violencia contra otro diputado del bloque y el reclamo a Martín Menem por no defenderla, su continuidad dentro del bloque pende de un hilo, pero ella asegura que nadie le comunicó su salida por lo que sigue formando parte y defendiendo los “valores de la libertad” gracias al voto de los mendocinos.