Hay distintos modos de medir la inflación, ya sea desligando algunos productos estacionales, o sacando de la consideración algún producto que haya elevado su valor exageradamente, distorsionando la suba de precios.

Pero Alberto Samid eligió una forma personal de registrarla: tomar en cuenta el valor del libro de Fernando Iglesias -que le adjudica todos los males del país al peronismo- a través de los años.

Según esa tabla, y viendo la caída del precio de ese mamotreto, el problema ya debería estar prácticamente resuelto.