River: Mal momento para cambiar
Y después de 220 días, River perdió. Las explicaciones pueden ser varias. Como marcábamos últimamente, el equipo venía bajando su nivel y los partidos le costaban cada vez más. Pero el primer motivo que encuentro por la derrota de la noche del miércoles es el llamativo sistema táctico que escogió Gallardo para jugar a lo largo del partido. El ‘Muñeco’ es un joven entrenador y lo más normal es que se equivoque, en lugar de que le salgan todas.
El 3-4-1-2 de anoche llamó la atención ya que no se había jugado así en todo el semestre. No dudamos que lo hayan entrenado en la semana, pero no era el momento indicado para cambiar la (aceitada) forma de jugar, y menos ante un rival tan bueno como nos demostró ser Estudiantes. Al no tener laterales, el equipo no tenía salida. Rojas y Rodríguez muy rígidos en el círculo central, ninguno rompía con la línea. Vangioni y Solari muy alejados de los tres centrales, casi no desbordaron. Pisculichi perdido, tratando de adaptarse y encontrar su lugar en la cancha. Así fue el primer tiempo, que le costó montones al campeón. Lamentablemente nos fuimos otra vez abajo en el marcador, en esta ocasión por un fatal error de Barovero.
El segundo tiempo pedía cambios a gritos. Volver a las bases: armar una línea de cuatro, quitar a un central, poner a Mercado como lateral derecho y jugar como siempre. Pero el ‘Muñeco’ se la jugó con Driussi de ‘8’ y Gio Simeone de ‘9’. Y acá es donde le caigo con fuerza a la dirigencia. No puede ser que en instancias decisivas, el DT tenga que apelar a pibes que dan sus primeros pasos para apagar incendios. Por la extrema austeridad de los hombres de saco y corbata en el mercado de pases y su decisión de casi no incorporar, hoy River sufre. Y va a seguir sufriendo hasta el año próximo ya que no tenemos recambio fiable, ni plantel para jugar dos competencias. Son los once de siempre, más Pezzella, Balanta y hasta Solari. Después son todos ‘pibitos’ forzados a jugar estas instancias. Y en la Copa Argentina ya habían demostrado que aún les falta.
Por lo tanto, ni falta aclarar que lo hecho hasta ahora por Gallardo con estos jugadores es enorme y más que meritorio. ¿La primera derrota llega en el momento más inoportuno? Si bien no es lo mejor arrancar la recta final perdiendo, creo que esta derrota llegó a tiempo. En el momento límite para rever muchas cosas y aprender de los errores. No creo que Estudiantes haya hecho mucho para llevarse la victoria, pero también creo que esta derrota nos va a servir para el futuro. El equipo debe mostrar su integridad y de qué está hecho.
Jugamos el peor partido del semestre y lo sabemos. En nuestro bello camino de rosas, nos encontramos con espinas que nos hicieron daño y nos pusieron en alerta. Queda en nosotros volver a la senda de la victoria. No debemos ponernos como excusa y limitación el desgaste físico. Ahora más que nunca, todo pasará por la cabeza y la mentalidad ganadora que debemos tener para superar este tropiezo.
¡Vamos campeón, levántese que no ha pasado nada!