Pino y su discurso para la tribuna... o la gilada
Las contradicciones de los opositores son evidentes en aspectos centrales. No acordaron en cuestiones sobre los que deberían coincidir si es que realmente tienen una visión cuanto menos parecida de modelo de país.
Se opusieron al gobierno y a su vez marcaron diferencias entre sí en proyectos en los que la ideología forma parte de la variable esencial en la toma de decisiones. Entre muchos otros retumbaron por sus contradicciones en la estatización de AFJP e YPF, Matrimonio igualitario, reforma de la carta orgánica del BCRA, ley de medio audiovisuales, ratificación transferencia del Subterráneos a la ciudad de Buenos Aires, declaración de interés en la fabricación de papel para diarios, etc.
No coincidir en estos asuntos implica estar identificado con idearios que llevan a transitar la política por veredas diferentes. Legítimo desde cada uno, resulta absolutamente incoherente pensado en términos de alianza entre ellos.
Curiosamente las discrepancias no terminan allí. Llegan al extremo de al mismo momento, en tiempo real disentir consigo mismo.
Un ejemplo es el protagonizado hace unas horas por el Senador Pino Solanas. Duro desde el discurso en contra de las leyes de Pago Soberano de Deuda y de Abastecimiento, a la hora de comprometer su voto nada tuvo que ver con lo que momentos antes había afirmado desde su banca. En la de Pago Soberano se abstuvo y en el de abastecimiento, tan resistido por un sector del empresariado al que Pino Solanas acompañó, directamente se ausentó. No estuvo.
Más allá de la valoración que hagamos, está en el marco de la libertad de los legisladores fundamentar en un sentido y votar en otro distinto. La misma libertad que nos asiste de poner en evidencia las incoherencias que surgen de sus propias actitudes. En términos futboleros el discurso de Solanas resultó para la tribuna … o para la gilada. Fue una mentira.
*Ex Diputado Nacional