Cómo tapar el cielo con un harnero
El domingo 20 de marzo el programa El Destape conducido por el periodista Roberto Navarro que se emite por la señal C5N fue víctima del primer caso de censura televisiva desde que en 1992 el programa del 10 de mayo de Tato de América fuera parcialmente censurado por la jueza Servini de Cubría a instancias de una “llamada anónima”. Tres años antes, en 1989, la llamada anónima del secretario de Cultura Carlos Bastianes determinó la no emisión de la segunda parte del documental “El galpón de la memoria”.
Se ignora de quién fue esta nueva llamada anónima, luego de 24 años en que, disipándose las amenazas de reacción militar y convencidos Carlos Menem y Servini de Cubría de que ninguna mancha que se les pudiera agregar iría a lesionar sus curtidos cueros, la comunicación en Argentina fue ganando en materia de libertad y diversidad, no obstante el paralelo proceso de concentración mediática.
Es verdad que durante el gobierno de Carlos Kirchner algunos periodistas se quejaron de recibir llamadas telefónicas del jefe de gabinete Alberto Fernández o del propio presidente reprochando por lo que el gobierno consideraba alguna inexactitud o una injusticia, pero no se conoce ningún caso de censura, al menos a instancias del Poder Ejecutivo ni de ningún órgano del Estado. Sin embargo, esto bastó para que periodistas y comunicadores clamaran al cielo quejándose de falta de libertad.
Roberto Navarro no recibió ninguna llamada de reproche tras emitir su programa: no pudo emitirlo debido a las presiones que el gobierno del canal ejerció sobre la emisora. Dicho sea de paso, además de ser víctima de numerosas interferencias en los horarios en que se emiten los programas de Gustavo Silvestre y de Roberto Navarro, el propietario del canal está siendo hostigado mediáticamente a raíz de una causa por el uso de facturas fraguadas iniciada por la AFIP en el año 2011, en tiempos en que era administrada por Ricardo Echegaray. En igual condición se encuentran varios empresarios, como Fabio Calcaterra, primo y asesor del Presidente de la Nación, sin que por eso sean objeto de escraches de ningún multimedio ni de ningúncomunicador.
El tema central del programa que no se le permitió presentar a Navarro era “El socio del presidente”, un exhaustivo informe sobre el empresario Nicolás Caputo y los vínculos y negocios que lo unen a Mauricio Macri, que fue finalmente presentado en el portalhttp://www.eldestapeweb.com. en bloques de 15 minutos.
Curiosamente, la solidaridad de medios y colegas que despertaban los lloriqueos de Alfredo Leuco o Luis Majul, no se repitió en el caso de Navarro. Por el contrario, la mayor parte de los medios de comunicación y sus colegas más influyentes ignoraron olímpicamente el más grave caso de censura de los últimos 24 años.
El socio del presidente
Como ya se ha dicho, se trata de Nicolás Caputo, fundador y primer vicepresidente del Pro, beneficiario de un extraño préstamo de 18 millones de pesos por parte de Mauricio Macri.
A raíz de este préstamo, en el año 2015, la legisladora Gabriela Cerruti denunció penalmente al entonces jefe de gobierno de CABA por inconsistencias en su declaración jurada, acusándolo de presuntas negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, falsedad ideológica, incumplimiento de los deberes de funcionario público y violación de la Ley de Ética Pública de la Ciudad debido a que Caputo es el principal beneficiario de la obra pública en la ciudad.
“"Sabemos que Caputo cobró $ 1.600 millones de pesos desde que llegó Macri –aseguró la legisladora–. Hay empresas mixtas entre Caputo y Macri, por lo que el jefe de Gobierno está contratando empresas propias."
Otro aspecto que incluye la denuncia de Cerruti es un pedido para que se analice la relación entre Macri y Caputo, quien fue su asesor en el gobierno porteño y resultó luego beneficiado en diversas contrataciones. Según la declaración jurada del líder del PRO, tiene dos acreencias con Caputo, una por 12.961.193 pesos y otra por 25.604.703 pesos.
Cerruti denunció diferencias sustanciales entre las declaraciones de bienes presentadas por Macri en 2014 por un período similar en la Ciudad y en la Nación
Hoy un juramento
Según la documentación analizada por la legisladora, en dependencias de la Ciudad, Macri declaró tener 68 millones de pesos y dos millones de dólares, y en la Oficina Anticorrupción (OA), 52 millones de pesos más dos cuentas bancarias en Estados Unidos y Suiza con 18 millones de pesos. Entre los inmuebles declaró poseer el 100 por ciento de un lote en Tandil que, para la declaración jurada ante el gobierno de la ciudad vale 319.374 pesos mientras en la presentada en la OA su valor es de 657.394 pesos. Por un inmueble en Recoleta, de 370 metros cuadrados, del que se declara dueño del 30 por ciento, da una valuación de 525.615 pesos en el primer caso y en el segundo de 1.233.000. Respecto de un campo en Maldonado, Uruguay, en el ámbito porteño declara que vale 1.182.552 pesos y en la OA dice que es 3.380.400 pesos.
Cerruti enumeró diferencias en las acreencias que consignó el ahora presidente. En el ámbito porteño, Macri declaró “créditos varios” sin especificar por 28.249.645 pesos. Pero en la declaración jurada ante la OA detalló los siguientes créditos por 20.491.33: Néstor Grindetti 440.000 pesos, E. Costa S.A. 85.503, PMO Nicolás Caputo 12.961.193, PMO Nicolás Caputo 25.604.703 y Agropecuaria del Guayquiraro SA 1.402.008. “Como puede observarse, entre ellos se encuentra, el ministro de Hacienda de la Ciudad, Néstor Grindetti, y uno de los principales contratistas locales, Nicolás Caputo”, decía la presentación original de la ex legisladora de Nuevo Encuentro.
Macri declaró en Buenos Aires tener acciones en el país por 27.524.190 pesos y ante la OA declaró participación accionaria en 12 firmas, todas por un valor simbólico de $ 0,01. Sólo reconoce cuentas en el exterior ante la OA: en Estados Unidos por el equivalente en dólares a 10,4 millones de pesos y en Suiza por 7,5 millones de pesos. En ambos casos dice que se originan en “venta de activos”.
Hoy por ti
Cabe puntualizar que, según el informe de El Destape, de los casi $ 1.400 millones de pesos que Macri entregó en contratos a su amigo y socio, $ 61 millones fueron en carácter de "contratos de urgencia", la misma metodología utilizada con la productora Fernando Niembro y otras consultoras similares creadas para el financiamiento ilegal de la actividad política.
Caputo es propietario, controlante y/o socio de Nicolás Caputo Sociedad Anónima de Edificación, Caputo Construcíones y Servicios, Desarrollos Caballito, Altos del Puerto, SES S.A, Il Tevere, SADESA, EDESUR, IRSA, Hidroeléctrica Piedra del Águila, Dique Tres S.A, Farmacity, los edificios El Mirador y Madero Plaza, varios terrenos en Dique 1 de Puerto Madero y MIRGOR S.A.
MIRGOR fue fundada en 1983 por una sociedad a partes iguales integrada por Nicolás Caputo y su amigo de la infancia y compañero de colegio Mauricio Macri, quien asegura haberse retirado de la misma en 1994.
Además de fabricar equipos de ventilación para automóviles, y ser controlante de una firma que ensambla celulares y computadoras en Tierra del Fuego, junto a Caputo SA, Mirgor está encargada del mantenimiento integral del Microcentro porteño, el corredor del Metrobus Juan B. Justo (en un alarde de innovación permanente, construida sobre una plazoleta central que aun no había sido finalizada) y los espacios verdes de la CABA
Según la edición del diario Página 12 de 11 de octubre de 2015 desde la llegada de Macri a la ciudad, Caputo pasó de tener contratos con el gobierno porteño por 120 millones de pesos a superar los 1200 millones de pesos.
En base a investigaciones periodísticas y denuncias de legisladores de la oposición se conoce que Caputo. S.A. ganó la licitación para la reparación de 14 escuelas en la ciudad por $ 30 millones de pesos, además de ser adjudicataria de obras bajo nivel en los ferrocarriles, cuyo trámite estuvo signado por una polémica transferencia de $ 300 millones de dólares –un préstamo, que se discutió acaloradamente en la Legislatura– hacia Autopistas Urbanas S.A (AUSA), una empresa del gobierno de la Ciudad, con caja propia, que no está sujeta a la ley de compras y contrataciones, por lo cual compra y contrata en forma directa sin licitación, casualmente a Nicolás Caputo.
La legisladora Gabriela Cerruti también denunció que las obras del Metrobús a cargo de Caputo terminaron costando 200 millones de pesos más de lo que se había previsto, mientras que en el la avenida 9 de Julio, el precio por kilómetro llegó a un 70 % más de lo estipulado: 65 millones de pesos.
Caputo y sus empresas también se ocuparon de las obras de remodelación del Teatro Colón y del Centro Cultural San Martín,
Si lo dice Mauricio...
“Caputo S.A. no licitó una sola obra en mi gestión, porque yo se lo pedí.” –declaró Mauricio Macri mientras era jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Es verdad: en las licitaciones Caputo SA participaba a través de SES SA, de la que Caputo S.A. es dueña del 50% de las acciones, según los balances presentados a la Bolsa de Comercio.
Durante las dos gestiones de Macri en la Ciudad, SES ganó contratos por al menos $ 1.000 millones en obra pública, tiene el mantenimiento y limpieza de los hospitales Tornú, Dueñas, Ramos Mejía, Ameghino y Moyano por $ 414millones de pesos, el metrobus, escuelas y otros espacios públicos de la Ciudad. Sin embargo, SES no es una empresa de limpieza sino una constructora, no obstante lo cual, según una investigación de Perfil del año 2015, dentro de esos $ 414 millones, la Ciudad le paga $ 113,4 millones sólo por limpiar durante los siguientes cuatro años los hospitales Dueñas, Ramos Mejía y Tornú. Otro tanto ocurre con la licitación de limpieza y mantenimiento de las estaciones del Metrobus de la 9 de Julio, que Caputo ganó junto a su socia Planobra, por más de $ 15,4 millones cuando ninguna de las dos presta servicios de limpieza
En las 36 licitaciones para el mantenimiento y limpieza de todos los hospitales porteños se presentaron las mismas nueve empresas, pertenecientes a la misma cámara empresaria, cuya creación se le atribuyen a Nicolás Caputo. Ninguna presta servicios de limpieza.
En 2015, la comunera Julieta Costa Díaz, denunció que Mauricio Macri dio a su amigo una licitación millonaria para barrer el Metrobus, a raíz de que la Ciudad llamó a licitación (Decreto 135/14) para barrer las 78 paradas de Metrobus. Por mes la limpieza y el mantenimiento de cada a una de las 78 paradas tuvo un costo promedio de $ 31 mil pesos, lo que hace un monto de 2.418.000 pesos mensuales.
Según Tiempo Argentino, en 2015 el Centro Cultural San Martín le pagó a Nicolás Caputo $ 5 millones de pesos en 10 meses. Todas las contrataciones se realizaron con el aval del ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi a través del decreto 556, que faculta al Ejecutivo de la Ciudad a disponer de partidas de dinero por fuera del presupuesto.
A fines de octubre de 2015, luego de la primera vuelta electoral, el diario Ambito Financiero anunciaba que Caputo S.A., “cuyo propietario es el principal contratista de la obra pública porteña, además de asesor y amigo del candidato a presidente de Cambiemos, registró en una semana una fuerte suba en la bolsa del 115%”. Y señalaba: “Esta fuerte suba parece indicar que el mercado apuesta a que la constructora será favorecida por la obra pública en caso de que Macri llegue a la Casa Rosada en el balotaje del 22 de noviembre”.
Como para no desmentir a los mercados, el 4 de diciembre, seis días antes de la asunción presidencial, la empresa de Nicolás Caputo, recibió de Mauricio Macri dos negocios: la adjudicación de una licitación por $ 69.200.042 para la construcción de la Red de Captación Pluvial VII Ramal Caaguazú y una contratación por 800 millones de pesos relacionada con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), que está bajo la órbita del Ministerio de Energía y Minería que conduce Juan José Aranguren.
Cielo de un solo color
Esta información es pública y está al alcance de cualquiera que se tome quince minutos de su tiempo, pero Mauricio Macri y sus asesores, en un alarde de desprecio hacia los argentinos que no se veía tan abiertamente desde los tiempos de Martínez de Hoz, creen que la gente es tonta y perezosa y sólo está atenta a la pantalla de TV. De ahí las presiones y el autoritarismo con que se quiere teñir todas las pantallas de un solo color, de ahí la censura al programa de Roberto Navarro, las interferencias a C5N, las campañas mediáticas contra Cristóbal López, un evasor como tantos, como el primo del presidente, como el padre del presidente... y como el mismísimo presidente. Y la instantánea eliminación de Telesur de la grilla de Cablevisión y Telecentro.
Ah, Mauricio, así como Navarro habla y habla y sigue hablando hasta por los codos en http://www.eldestapeweb.com, si andás muy aburrido de la CNN, podés ver Telesur acá: http://www.telesurtv.net.
Hay pocas cosas tan tontas como querer tapar el cielo con un colador.