¿A quién le sirve la muerte del fiscal Nisman?
En este juego 'ellos' no avanzan en el tablero, pero te hacen retroceder. El rival no tiene nada -creemos-, de lo que pueda este juego hacerte ganar.
Es verdad, no sabe discutir, ni debatir, ni hacer política. Presenta como novedades medidas que fundieron al país en un pasado muy presente. No tiene políticas para enfrentar las nuestras.
Ningunea, relativiza la piña de la realidad efectiva que ha cambiado de un tiempo a esta parte el escenario y la vida de los argentinos. Se cuelga de la inseguridad, le saca un poco de jugo pero no mucho más. Más que colocar cámaras y más cámaras no propone.
El rival es un cúmulo de buenos o malos slogans y pura imagen, marketing, pero política real, dura y pura, poco y nada.
Claro que el juego es la política y acá vale todo. Acá se puede ganar o hacer retroceder al oponente con otras argucias. Por caso, tirando muertos sobre el paño. O aprovechándose de ellos.
Ahí está Elisa Carrió diciendo: "No crean eso del suicidio; fue un asesinato o un suicidio inducido". Sin muchas pruebas, también Laurita Alonso escribió en Twitter: "Asesinaron a un fiscal de la Nación en democracia, señores" ¿Con qué autoridad afirma que asesinaron al fiscal? ¿Quiénes lo asesinaron?
Allí está Patricia Bullrich ofendida porque la policía científica no la deja pasar al departamento del fallecido fiscal, para -dice- "ver la escena del crimen".
El más veloz fue Macri, cuando brindó una conferencia de prensa en la que no se le preguntó qué opina de la muerte del fiscal que lo había denunciado por fraguar el allanamiento de uno de los implicados en el atentando a la AMIA.
El jefe de Gobierno aprovechó para hacer un discurso político, dijo estar shockeado, con bronca e impotencia, como la "gente como uno" vio, como intenta mostrarse siempre.
Nisman pidió el procesamiento de Mauricio Macri por las escuchas ilegales a familiares de las víctimas y políticos. Y ahí estaba el líder del PRO, primereando a todos los opositores con su "indignación e impotencia".
El rival tiene para su táctica además, el apoyo ciego del andamiaje comunicacional local más sus aliados regionales y mundiales (¿o son lo mismo?). Ya tiene el título de película con el que tapizan las portadas y las pantallas: "Aparece muerto en Argentina el fiscal que había pedido indagar a la Presidenta".
Desde anoche, hablan de 'aviso mafioso del Gobierno'. Los periodistas que se erigen como paladines de la justicia que le falta a este país piden investigar, pero ya tienen su opinión formada. Los propios periodistas que no querían periodistas ni público en la reunión entre legisladores y Nisman dicen saberlo todo ya.
Hoy Lanata abrió su programa de radio con un editorial en el que usó estas cuatro palabras: "La gente dice que lo mataron". Al mediodía, TN transmitió en duplex con Canal 13, estuvieron rápido de reflejos desde el mismo momento de la noticia. Todos los cañones apuntaron a la "gravedad institucional", al "hecho mafioso" a "la imagen mundial que damos con esto", a "un Gobierno debilitado".
¿A quién le sirve muerto el tipo que haría sapo en el Congreso con un informe que parecía impresentable a todas luces? A un Gobierno democrático seguro que no. A la Presidenta que más hizo por el avance de la causa AMIA -aunque se considere insignificante-, y que cuenta con una imagen positiva que roza el 50 por ciento, mucho menos.
Aviso: este escriba está desprovisto de información como para desmenuzar y chupar del hueso de las sobras de la interna de los servicios de inteligencia, luego de los últimos cambios.
Después de la cita con los legisladores, el tema de la denuncia contra la Presidenta no tendría mucha más cuerda, y el rival debería retomar el tema de la falta de tampones. Creímos eso. Y seguimos con lo nuestro, así sin más.
Bueno, subestimamos al rival, que ahora tienen la noticia del año. Hablarán de esto hasta las elecciones, por lustros, y hasta cuando analicen en nombre de la verdad histórica el proceso kirchnerista.
Mañana, pasado, todo el año, -como desde el momento en que se los enfrentó-, escribirán y dispararán las afirmaciones más atroces contra nosotros, ningunos santos, claro, porque la política no es santa.
¿Ellos no tienen nada? No tenían, quizás. Perdían en cualquier encuesta a diez meses de ir a las urnas. Necesitaban algo para horadar la imagen de la Presidenta, algo fuerte, algo...
Y tienen esto, que te hace retroceder casilleros.
Es un año electoral.
Bienvenidos al 2015.