Ocurrió en Ciudad del Este, Paraguay, donde Juan Manuel Ortigoza, un empleado de una funeraria, compartió por Whatsapp una selfie en la que posa con el cadáver de una mujer.


El hombre, ahora exempleado, explicó que se sacó la foto para justificar ante su novia que estaba trabajando. "Yo quería enviarle a mi novia porque ella no me creía que estaba trabajando todavía", aseguró.


La joven fallecida había sido estrangulada y violada, y su madre, indignada al conocer la polémica fotografía, no descartó iniciar acciones judiciales contra Ortigoza.