La pesadilla de una mujer que se tatuó las cejas y se arrepintió al instante
Lo que era un procedimiento estético relativamente simple, acabó siendo un trauma para una maquilladora australiana, que ahora no puede salir de su casa.
Amanda Coats, una maquilladora de 43 años, se sometió a finales de junio a un tatuaje de cejas en Melbourne, Australia, donde vive, luego de haber perdido la mayor parte del pelo en esa área.
Fue al día siguiente cuando comenzó su pesadilla. La piel de la zona tatuada quedó roja, hinchada y sentía un dolor muy fuerte. A raíz de la infección, la australiana debió gastar otros 1.300 dólares para curarse.
"Nunca había hecho este procedimiento antes, así que no sabía qué esperar. Al día siguiente desperté y vi mi piel en la almohada. Fue inmediatamente al médico por el dolor intenso”, contó Amanda.
"Sentía como si algo me estuviera comiendo mi piel, el dolor era muy fuerte, sé qué reacciones pueden ocurrir, pero eso no era una reacción, era una infección", agregó.
Si bien la clínica accedió a devolverle el dinero, lo que más le preocupa a Amanda son las cicatrices que le pueden quedar. “Estoy traumatizada y humillada, no puedo salir de mi casa”.
La australiana, madre de tres hijos, decidió dar a conocer su historia para concientizar a otras mujeres que estén pasando por la misma situación y tienen como opción realizar el mismo procedimiento estético. "Hay que informarse bien y con quién hacerlo”, concluyó.