Una mujer acusó a un amigo con quién tuvo sexo de drogarla con su sudor y semen
Un hecho insólito sucedió en Australia y del que está hablando todo el mundo. Tara Seymour es enfermera y cuando tuvo que realizar un estudio médico donde saltó que tenía rastros de cocaína, sus argumentos para justificar su conducta impactaron a la opinión pública del país.
En Melbourne, Australia, una enfermera protagonizó un hecho insólito que tiene en vilo a todo el país, cuando en noviembre del año pasado, la joven de 30 años tuvo que realizar una prueba de control en el centro médico donde trabaja y se le encontraron rastros de cocaína. La excusa de la profesional dejó atónitos a todos.
Tara Seymour al verse acorralada por la situación, dijo que había mantenido sexo con otro médico que era adicto y que luego de "sudar" y no bañarse, los restos se impregnaron en su organismo.
La joven tiene un historial de adicción a las drogas que reconoció ante el Tribunal Civil y Administrativo de Victoria, señaló que no consumió antes de someterse al test sorpresa.
Ante la corte, relató que apenas horas antes de entregar su muestra de orina, tuvo sexo con un hombre que "transpiraba mucho" y sin protección. También informó que no se había bañado ni usado el toilet desde que terminó su relación y el examen.
La patóloga Julia Chang señaló ante la audiencia que la excusa de Seymour era "altamente improbable". Explicó que se requería de un litro de semen o de transpiración para que los resultados fueran similares a los hallados en el cuerpo de la acusada.
Seymour es enfermera desde 2011 en el John Fawkner Private Hospital en Coburg. Según sus empleadores tiene un excelente historial de enfermería y es descrita como una "apasionada" del trabajo. En 2014 ya había sido acusada por la Autoridad de Regulación de Práctica de Salud de Australia por abuso de drogas, sin embargo, el hecho no tuvo consecuencias. Pero el año pasado, una denuncia anónima encendió las alarmas nuevamente. Fue en marzo y los resultados detectaron restos de metanfetamina, anfetamina y sedantes en su cabello. Fue suspendida un mes.
Desde noviembre está suspendida y sometida a diversos tests frecuentes y sorpresivos. La corte aceptó que durante un tiempo los exámenes toxicológicos le dieran negativo y que no puso en riesgo a ningún paciente. Sin embargo, la enfermera continuará bajo una estricta vigilancia hasta que su caso sea revisado nuevamente.