En los últimos tres meses, dos millones de iraquíes refugiados se desplazaron hacia Kurdistán huyendo de la violencia del Estado Islámico. Incluso el ejército de Irak puso helicópteros a disposición de los refugiados, para que puedan abandonar de manera segura el país.

Las autoridades kurdas ya reconocieron que ciudades como Erbil y Dohuk están totalmente desbordadas: "No estamos preparados para hacer frente a algo así. Sólo en Dohuk, que tiene una población de 850.000 personas, ya hay más de 700.000 refugiados", aseguró Mariwan Naqshbandi, vocero del ministerio kurdo de Asuntos Religiosos.

"El gobernador de Dohuk ha tenido que declarar el estado de emergencia en los hospitales. La comunidad internacional ha prometido ayuda, pero hasta ahora ha sido escasa si se compara con el número de desplazados", agregó el funcionario.

En Erbil, unas 150 familias ocupan las tres plantas de un edificio sin muros de muros, a medio construir, con divisiones de mantas. Casi todos son habitantes de Karmeles, un pueblo cristiano de la provincia de Nínive asaltado por los yihadistas: "Abandonamos nuestras casas a bordo de camionetas cuando los 'peshmerga' (tropas kurdas) se retiraron. Al llegar a Erbil sólo encontramos este edificio a medio construir", cuenta el padre Paul Zabet, el párroco de Karmeles que gestiona el recién constituido vecindario.

Ayuda internacional

La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) lanzó la semana pasada la mayor operación de ayuda de los últimos años: el primer avión cargado con tiendas de campañas aterrizó el miércoles en Erbil, y varias caravanas de camiones ya cruzaron la frontera turca. Las maniobras servirán para enviar 2.410 toneladas de ayuda por aire, mar y tierra.

Las autoridades kurdas -que han recibido en los últimos años a los refugiados sirios y desde principios de 2014, a los iraquíes desplazados de la provincia de Al Anbar- también expresaron su preocupación: la mitad de las 5.746 escuelas de la región, están ocupadas por refugiados.

"Los desplazados tienen costumbres diferentes a las de la población local, y es probable que surjan tensiones", advirtieron algunos políticos locales.

Para aliviar la crisis, 12 nuevos campamentos de refugiados serán inaugurados en breve, según revelaron fuentes de la ONU.