Las embajadas de EEUU podrían exigir las contraseñas de tus redes sociales para darte la visa
El secretario de Seguridad Interior, John Kelly, aseguró que se contemplaba la posibilidad de solicitarle a las personas que deseen ingresar a Estados Unidos que cedan sus contraseñas para poder revisar sus contactos y posiciones políticas, religiosas e ideológicas.
El general retirado John F. Kelly realizó unas explosivas declaraciones en una audiencia frente al Congreso al señalar que las embajadas de Estados Unidos podrían requerir las contraseñas de las redes sociales de las personas que deseen obtener o renovar el visado: "Si no quieren cooperar, entonces no entran".
"Queremos entrar a tus redes sociales con contraseñas: ¿Qué hacen?; ¿Qué piensan?", planteó Kelly ante los legisladores; según reprodujo NBC News. Igual remarcó que es algo que "todavía están pensando" y que no hay nada en concreto.
"Cuando alguien te dice soy de esta ciudad y ésta es mi ocupación [los oficiales] esencialmente deben creer en las palabras del individuo", señaló Kelly y planteó que "Francamente no creo que eso sea suficiente, y ciertamente el presidente Trump tampoco lo cree. Por eso tal vez debamos agregar nuevas capas de control".
La medida de solicitar las contraseñas a personas que puedan tener algún vínculo sospechoso con terrorismo ya se había considerado durante la administración de Barack Obama aunque nunca se implementó.
En Estados Unidos "la protección constitucional a ciudadanos extranjeros se encuentra debatida judicialmente, lo cual vemos claramente reflejado en la reciente decisión de jueces que bloquearon el decreto de Trump que establecía una prohibición temporal del ingreso de ciertos ciudadanos de determinados países a Estados Unidos", destacó Leandro Ucciferri, abogado e investigador en privacidad y libertad de expresión; en diálogo con Télam.
En sintonía, la ONG estadounidense FFTF (Fight For The Future), Lucha por el Futuro, cuestionó hoy en un comunicado que "el Gobierno utiliza cada vez más los poderes tecnológicos y de vigilancia para limitar las libertades individuales, sembrar la división y silenciar las voces opositoras o aquellas de un determinado país de origen, religión o raza", y lanzó una campaña "para evitar que Internet sea transformada en una herramienta de opresión".