Las bombas de agua ilegales que utilizan los burdeles para extraer el líquido de los acuíferos subterráneos sin pagar y llenar bañeras de hidromasaje, saunas y otros servicios, es la principal causa por la que la capital tailandesa se está hundiendo. 

Los oficiales tomaron la semana pasada muestras de agua en hasta 82 "salones de masajes" y descubrieron hasta el momento cinco bombas ilegales que tomaban agua de las napas subterráneas.  

"Decenas de estos locales roban agua subterránea para ahorrarse una abultada factura mensual. Es una práctica común muy extendida en la industria", asegura a EFE Chuwit Kamolvisit, antiguo propietario de al menos seis de estos establecimientos y conocido como el "magnate de la bañera".

Chuwit Kamolvisit
Chuwit Kamolvisit

El tailandés, que dice vendió a principios de siglo todos sus negocios para convertirse en político y azote contra la corrupción, cifra en hasta 400.000 litros la cantidad de agua que un solo burdel succiona cada jornada, lo que supone un ahorro mensual de medio millón de bat (12.800 euros o 16.000 dólares) al establecimiento.

"Muchos de estos burdeles están en mitad de la ciudad. Para extraer el agua necesitan tuberías que alcanzan hasta los 120 metros de profundidad. Son trabajos grandes que no pasan fácilmente desapercibidos", confiesa el magnate que no duda en remarcar los sobornos que suele recibir la policía local. 

Expertos identifican la explotación de acuíferos subterráneos como una de las razones del proceso de hundimiento de la superficie capitalina, a la que se suman la construcción sin control, el suelo arcilloso, y el aumento del nivel del mar, entre otros factores. Aunque las avenidas de Ratchadapisek y Petchburi, donde se asientan gran parte de estos enormes complejos sexuales, se encuentran entre los barrios más afectados por los hundimientos. 

Varios estudios apuntan hacia la posibilidad de que Bangkok quede parcialmente anegada para 2040 si no se aplican estrictas medidas para frenar la erosión. 

(EFE)