El lunes fue un día histórico para Chile y su historia reciente de luchas estudiantiles. El presidente Gabriel Boric, que encabezó en 2011 las multitudinarias protestas que exigían educación "pública, gratuita y de calidad", anunció en cadena nacional un proyecto de ley para condonar la deuda de miles de universitarios y la creación de un nuevo sistema de financiamiento para la educación superior

Y este martes ingresó al Congreso el proyecto que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y lo reemplaza por un nuevo Financiamiento Público para la Educación Superior (FES). Boric explicó así la decisión: “El CAE es un problema para todo Chile: para quienes con mucho esfuerzo mes a mes lo pagan, para quienes no han podido hacerlo (...) y también para las arcas fiscales”. 

Según el presidente de Chile, en la actualidad más de 1,2 millones de personas son deudores del CAE y el Estado ha tenido que desembolsar unos 9.000 millones de dólares para hacerse cargo de la deuda. Hasta finales de 2023, se registraban 539.000 morosos, tal figura en la comisión administradora del sistema de créditos. 

Así, si el Congreso aprueba este nuevo proyecto, 75.000 deudas serán condonadas inmediatamente. 

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El resto accederá a una reorganización de la deuda con base en el grado de compromiso de pago del CAE. El nuevo sistema de financiamiento FES dejará fuera a la banca, y se hará cargo del total del arancel estudiantil, a diferencia del actual CAE que establece un tope de pago dependiendo de la institución y la carrera. 

Boric concluyó: “El FES no generará situaciones de endeudamiento como las actuales; elimina el pago y el endeudamiento mientras duren las carreras y considera una retribución una vez egresados”.

¿Qué es el CAE?

Implementado en 2006, el CAE amplió el acceso a las universidades privadas, en un país donde no existía la posibilidad de estudiar gratis. En su inicio, tenía una tasa de interés de casi 6% promedio, muy por arriba del sistema de financiamiento que otorgaba las universidades estatales (2%), lo que llevó a los primeros estudiantes en acceder a este sistema a acumular millonarias deudas. 

Recién en 2016, después de años de masivas protestas callejeras, la presidenta Michelle Bachelet logró instaurar la educación gratuita para el 60% de los estudiantes más pobres. 

Fue una de las principales promesas de campaña, por fin lo anunció.