Según indicaron fuentes del Vaticano, la reunión entre el papa Francisco y la reina Isabel II duró apenas 17 minutos, momento en el cual se intercambiaron regalos de diverso calibre.

Una canasta con jugos, miel, carne y una botella de whisky fue el regalo de la reina, mientras que el Sumo Pontífice le dio un facsimil de un decreto que extiende el culto del exrey San Eduardo y una Cruz de Plata sobre una base de piedra lapislázuli.

Por supuesto, temas como la soberanía sobre las Malvinas, a 24 horas del Día de Veterano, estuvieron ausentes.