Increíblemente, el papa Francisco recibió una caja llena de los alfajores argentinos de fabricación artesanal, Capitán del Espacio, creados por una familia de Quilmes.

De esta manera, Francisco abrió los ojos grande cuando se dio cuenta que había llegado lo que quizá había estado pidiendo hace rato, un buen alfajor relleno de dulce de leche.

No creemos que en Roma haya muchos Capitán del Espacio, o quizá sí, pero lo cierto es que le deben estar dando buen provecho dentro de la Ciudad del Vaticano.