Despiden los restos de Marielle Franco asesinada de cinco disparos
Una multitud salió a la calle para acompãnar los restos de la política asesinada hasta la sede de la cámara municipal.
El asesinato de la concejal y activista por los derechos humanos Marielle Franco generó repudio y conmoción en el mundo entero. Franco, de 39 años, viajaba en un coche con su conductor y una asesora, cuando otro auto disparó hasta nueve tiros antes de huir, en pleno centro de la ciudad. La concejal y el chófer, Anderson Pedro Gomes, murieron en el acto, mientras que la asesora sufrió únicamente heridas leves. El asesinato provocó reacciones y protestas en todo el país contra un acción que el propio presidente, Michel Temer, calificó de "atentado a la democracia". Una multitud salió a la calle en el centro de Río para acompãnar los restos mortales de la política asesinada hasta la sede de la cámara municipal. Hubo también importantes manifestaciones en otras ciudades del país como São Paulo.
Marielle Franco venía de intervenir en un acto por los derechos de las mujeres negras en el barrio de Lapa, en el centro de Rio. Los asesinos la interceptaron en la calle Joaquim Palhares, en la zona conocida como Estácio y comenzaron a disparar por la ventanilla de atrás del auto con el claro objetivo de alcanzar a la concejal, que recibió cinco disparos.
Marielle Franco era una de las mayores críticas con la intervención militar y había sido designada ponente de la comisión constituida recientemente en la cámara municipal de Rio para fiscalizar la actuación del Ejército. Franco también había denunciado en los últimos días la actuación policial en la favela de Acari, donde dos jóvenes murieron en manos de agentes de las fuerzas de seguridad.
La denuncia de los abusos policiales en los barrios más pobres de la ciudad y la defensa de los derechos de las mujeres negras eran una de las principales actividades de Franco que nació en A Maré, un enorme complejo de favelas. En las últimas elecciones municipales fue la quinta concejal más votada de la ciudad.
"Estoy impresionada, estremecida e indignada", declaró la expresidenta, Dilma Rousseff. Amnistía Internacional y la organización de abogados del país exigieron al Gobierno una investigación rigurosa para aclarar las motivaciones del asesinato.