Duterte llama a disparar contra las vaginas de las guerrilleras y ofrece dinero por cada muerto
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ofreció hoy una recompensa de casi 500 dólares por la muerte de cada rebelde comunista del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) e instó que en el caso de las guerrilleras había que apuntar a su vagina ya que sin ella “son inútiles”.
"Si matas hoy a un [rebelde del Nuevo Ejército del Pueblo] NEP te pagaré 25.000 pesos (unos 487 dólares)", afirmó el presidente de Filipinas Rodrigo Duterte que se caracteriza por sus habituales polémicas- como considerarse relacionado con Hitler o insultar a Barack Obama- como así también por su mano dura y falta de respeto a los derechos civiles.
Esta nueva promesa de recompensa hace referencia a la guerrilla activa en ese país que integra las listas de grupos considerados terroristas por Filipinas, Estados Unidos y la Unión Europea, según la transcripción oficial de un discurso pronunciado ayer en Cebú.
En rigor, las palabras del mandatario filipino son una respuesta al líder del Partido Comunista de Filipinas, José María Sisón, quien desde su exilio en Holanda aseguró la semana pasada que el NEP es capaz de matar a un soldado al día.
"Si trabajas duro para arrastrarte por el bosque, seguro que puedes disparar al menos a uno. Y si puedes dispararle a un pájaro que vuela sobre ti, ¿cómo no vas a ser capaz de acertarle a un NEP que tiene la cabeza más grande?", se preguntó Duterte que aseguró que es más fácil pagar recompensas para el Estado que iniciar una guerra.
Esta provocación y llamado a la justicia por mano propia se suma a las declaraciones de hace unas horas en las que Duterte aseguró que en el caso de las guerrilleras hay que dispararles en la vagina porque, sin ella, "son inútiles"
La portavoz en Manila del partido femenino Gabriela —con dos escaños en el Parlamento— Emmi De Jesús, denunció que estas declaraciones "confirman que (Duterte) es el más peligroso macho-fascista del Gobierno", según informa el portal filipino Politiko.
Los detractores del jefe de Estado filipino protestaron por sus declaraciones, al considerar que incita a llevar a cabo asesinatos extrajudiciales como los presuntamente cometidos en la ofensiva antinarcóticos promovida por el Estado, que terminó con la vida de más de 7.000 personas, según algunas estimaciones.
(Efe)