Condenan en España a empresario por la compra espuria de Aerolíneas
La Audiencia Nacional española condenó este martes a dos años y dos meses de prisión al empresario Gerardo Díaz Ferrán, por defraudar a Hacienda en la compra de Aerolíneas Argentinas por un valor simbólico de 1 dólar por parte de Air Comet.
Gerardo Díaz Ferrán es de los hombres más prontuariados del ala empresarial española que en la década neoliberal exprimió al máximo las políticas entreguistas no sólo de su gobierno sino de otros lares.
El año pasado pasado, a esta altura del año, Díaz Ferrán fue detenido por desvío de fondos tras la quiebra de Turismo Marsans.
En un proceso que comenzó hace un mes, la Fiscalía y la Abogacía del Estado español había pedido 2 años y 4 meses de prisión para Díaz Ferrán y Antonio Mata, ex consejero delegado de Air Comet, la sociedad del grupo Marsans que en 2001 adquirió Aerolíneas Argentinas, que era de la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales).
Los procuradores sostienen que Air Comet registró un incremento patrimonial en 2001 derivado de la adquisición de Aerolíneas algo que fue ocultado en sus cuentas, y por lo tanto no fue liquidado en el impuesto de Sociedades de 2002.
Además de la pena de prisión, el Ministerio Público reclamaba el pago de una indemnización de 99 millones de euros, el equivalente a la cuota que debían pagar a Hacienda.
En 2001, Díaz Ferrán y su ex socio Gonzalo Pascual -fallecido en 2008- compraron Aerolíneas Argentinas (ARSA) a la SEPI por un valor simbólico de 1 dólar; y siete años más tarde, cuando la compañía perdía un millón de dólares al día, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la reestatizó.
Por su parte, la SEPI se había hecho con el 99,2% de las acciones de Interinvest, titular de Aerolíneas y Austral, que afrontaba enormes pérdida tras la gestión de la compañía por parte del consorcio Iberia, que a su vez había comprado la aerolínea de bandera argentina en 1990.
En la operación de venta de Interinvest, la SEPI se hizo cargo del pasivo de la compañía por 300 millones de dólares y aportó otros fondos a un plan industrial, en una compleja operación que incluyó la compra de créditos de los proveedores de Aerolíneas por parte de Air Comet, que a su vez se comprometió a destinarlos a la ampliación del capital de la aerolínea de bandera argentina.