No le pidamos más que entretenimiento a una nueva propuesta para adolescentes, basada en una novela juvenil, al mejor estilo “Los Juegos del Hambre”, “El dador de recuerdos” o “Maze Runner”. En este caso se trata de “Insurgente”, que es la segunda parte de la saga “Divergente”, una historia que tuvo un sorpresivo éxito cuando se estrenó el año pasado, y que motivó a que la espera de su continuación sea con mucha ansiedad.

Un futuro apocalíptico y un mundo devastado, pero con una pequeña población que sobrevivió y que vive dividida en fracciones que supuestamente sirven para mantener la paz. En medio de este universo demasiado común para este tipo de películas, se encuentra una adolescente “divergente”, que en esta segunda entrega basada en la trilogía literaria de Veronica Roth, vive como fugitiva junto a un pequeño grupo de “Osados”, mientras intenta descubrir la verdad oculta detrás de los malvados planes de los “Eruditos”.

Robert Schwentke tomó la dirección, ya que en la primera entrega fue Neil Burger el que la llevó adelante. El cineasta de esta ocasión se centró en los conflictos de la protagonista,  pero muchísimo más en la acción y las espectaculares secuencias de ciencia ficción; mientras que en la narración, en este caso, no logró generar esa tensión que sí tenía “Divergente”, y por el contrario las situaciones se van resolviendo de forma un tanto obvia.

En cuento al elenco, si bien no hay interpretaciones memorables, Shailene Woodley vuelve a exhibir un buen trabajo encarnando a la heroína, y con eso le alcanza para sobresalir en el plantel actoral, donde también se puede destacar a Miles Teller, con intervenciones muy divertidas. Las grandes figuras como Kate Winslet y Naomi Watts, se puede decir que no han mostrado sus mejores versiones, aunque tampoco se vieron favorecidas con sus papeles. En el caso de la protagonista de Titanic, su villana se torna previsible y hasta trillada.

Para los que esperaban con ansias este estreno, luego de haber disfrutado su predecesor, puede que no los convenza demasiado. No es un film que le vuele la cabeza al público, aunque tiene algunas cuestiones interesantes, como el buen uso de la ciencia ficción, y las correctas secuencias de acción. Como entretenimiento, cumple, ya que es una película que se deja ver y que entretiene en las casi dos horas de duración.

¿Hay que verla? Sí, se puede ver. No es una cinta imperdible ni mucho menos, pero tampoco es un bodrio. Si la intención es salir al cine a entretenerse y pasar un buen rato, “Insurgente” es una buena opción. Aunque los que disfrutaron de la primera, seguramente se pondrán un poco más exigentes a la espera de una tercera parte, solicitando que sí impresione un poco al espectador.