Poco de terror, y algo de entretenimiento
Una propuesta del género que no asusta demasiado, pero que resulta atractiva por su forma de estar filmada. Se trata de “Terror en el Bosque”, que vuelve a llevar la leyenda de “Pie Grande” a la pantalla grande.
Con el estilo de “Proyecto Blair Witch”, el director nacido en Cuba, Eduardo Sánchez, retoma este tipo de narración en una nueva propuesta del mismo género, basada en la leyenda de “Pie Grande”. Se trata de “Terror en el Bosque”, que llegó este jueves a los cines con la intención de asustar un poco, y entretener otro tanto.
Resulta que un grupo de amigos decide pasar unos días en una cabaña que se encuentra en medio del bosque, pero las cosas se complicarán cuando se crucen con un extraño ser que habita en esas tierras, y que se siente provocado por una desafortunada acción de los jóvenes. Todo será registrado por las cámaras de uno de ellos, que resulta ser un fanático de la filmación, y que pretende elaborar un video que se viralice en las redes sociales.
Como ya se mencionó, el cineasta vuelve a utilizar el estilo de narración que ya había incursionado en su exitosa ópera prima, y si bien éste es un recurso que ya resulta trillado en la industria de Hollywood, en este caso termina siendo uno de los aportes más interesantes de la cinta. Las persecuciones y las escenas más dramáticas, en planos secuencias, con cámaras al hombro o incluso en la cabeza, y con mucho movimiento, son uno de los aspectos más atractivos de esta producción.
La trama en sí cae en muchos lugares comunes, partiendo desde la composición del grupo de amigos, con muchos personajes estereotipados. Incluso el desarrollo de la cinta es bastante previsible, y hasta no llega a lograr momentos de gran tensión o de terror. En sí no asusta, aunque consigue atrapar, en especial en la última media hora de película, donde “Pie Grande” se convierte en el protagonista principal.
En líneas generales, la película es un buen entretenimiento. Como materia de terror, no cumple, ya que realmente no asusta en ningún momento. Incluso la figura de “Pie Grande” no es tan horrorosa, y las secuencias, a pesar de estar bien logradas, tampoco generan esa incertidumbre que deberían. Es una producción decente, que no aburre y que se deja ver.
¿Hay que verla? La forma en que está filmada es un buen aporte como para considerarla una opción potable. Además, “Terror en el Bosque” resulta un buen entretenimiento, aunque no mucho más. Vale la pena para pasar un rato en el cine, aunque sin esperar ninguna obra maestra del terror.