Tocar sin tocar vale doble
Para el siguiente ejercicio necesitás un pétalo y alguien muy paciente que sepa cómo y dónde soplar.
Todos sabemos que el sexo no es la penetración pero a veces el foco se equivoca y hacia allá va, reduciendo nuestra imaginación a un pene bien parado que pide con lágrimas entrar. Pero hay labios, hay suspiros, hay palabras y aproximaciones que pueden hacernos calentar más que el conocido método.
El sexo nos recorre al respirar y esta escena de la película "40 días 40 noches" explica a la perfección lo que busco contarte. Acomodate despacito, bajá la luz y mirá cómo con un cursi pétalo bien manejado podés llegar a calentarte muchísimo.
¿Porno? No te necesitamos.