Pernocte: un documental de sexo para tus oídos
Un programa de radio distinto. Un programa que es casi un documental y recorre de punta a punta nuestra sexualidad. De pies a cabeza, de pito a teta, de culo a boca.
Me llamo Paula Giménez y soy quien edita y escribe este humilde suplemento. Además, hago un programa de radio y te cuento para que lo escuches y que acá abajito me cuentes qué te parece. Si querés putear, podés hacerlo. No lo voy a leer pero vos te vas a descargar.
La nota sucede porque el programa, que podés escuchar haciendo clic acá, es sobre sexo y este suplemento también lo es. Pero también es porque el producto es distinto. No es radio radio, es podcast. Y el podcast es un formato nuevo en el país que te invita a escuchar cositas lindas, interesantes y específicas cuando quieras y donde quieras. Como un Netflix pero de radio. Como una radio pero a tu disposición.
Posta.fm es el lugar en donde se hace, se reproduce y se genera Pernocte. Esa página alberga, además, muchos otros programas, más cortos o más largos, sobre casi cualquier cosa que quieras escuchar.
Pero acá vamos a hablar de eso que hacemos en los telos cuando queremos cucharear toda la noche.
El primer programa, que salió este martes 10 de noviembre, intenta responder a una pregunta simple que de tan simple es complicadísima: ¿Por qué cogemos?
Junto a los chicos de El Gato y la caja, el Doctor Juan Carlos Kusnetzoff, el filósofo Luis Fernández y la feminista y estudiante de sociología Charo Márquez, intentamos responderla.
Entrevistas, música, humor y declaraciones en 20 minutos, justo, y esto es sólo una apreciación personal, lo que debe durar una relación sexual para no ser un fracaso.
Cada capítulo trata y desmenuza un tema específico y cada tema tendrá un desarrollo parecido al primero. Pero distinto. Así que ya saben, si tienen veinte minutos libres, un viaje en colectivo, un bife a la plancha por hacer o unos platos por lavar, escuchar Pernocte es una recontra buena opción y sí, lo digo porque lo hago yo, pero además porque, sin apelar a la soberbia, estoy segura de que tengo razón.