Uno no sabe si buscan entusiasmar a sus televidentes creando un escenario ficticio o se quieren convencer ellos mismos, porque los elogios desmedidos a los resultados del brutal ajuste de Milei condicen poco con la realidad.

Con el tipo de cambio pisado artificialmente y una recesión que ni amaga terminar, parece poco creíble que estemos viviendo un gran período.

Pero el relato oficial requiere de estos entusiasmos pasajeros para seguir manteniendo el apoyo, aunque la burbuja de la bicicleta financiera basada en el carry trade puede estallar en cualquier momento.