Con sólo 15 años y 300 días, Martin Odegaard ingresó al campo de juego en el minuto 64 del encuentro que su selección afrontó ante Bulgaria. "Estaba nervioso cuando entré, pero ante tanta alegría (del público), sólo me quedaba sonreír e intentar disfrutar", señaló el adolescente en el periódico Verdens Gang tras el partido en el que rompió una marca histórica.

"Pienso que lo hicimos bien y ganamos los tres puntos, esto es lo más importante", añadió el joven que asombra por competir al máximo nivel a su edad.

Odegaard es centrocampista del Stroemsgodset (1ª división noruega), nació el 17 de diciembre de 1998 y el lunes superó al islandés Sigurdur Jonsson, que tenía el récord en un partido de clasificación para la Eurocopa al jugar con 16 años y 251 días.

Seguido por los grandes clubes europeos, Odegaard ya había debutado con Noruega el 27 de agosto, con 15 años y 253 días, en un partido amistoso ante Emiratos Árabes. Allí batió otro récord de precocidad vigente desde hace más de un siglo: es el más joven en jugar con la selección absoluta.

Ødegaard superó una marca que databa de 1910, cuando Tormod Kjellsen, del Larvik, debutó a los 15 años y 351 días, 98 más que este nuevo joven talento.

En aquel encuentro, el volante ofensivo –que lógicamente lució el número 15 en aquel estreno– no sólo salió de titular y jugó los noventa minutos, sino que además fue el mejor de su equipo, participó en todas las acciones de peligro y rozó el gol en una ocasión.

"Es técnicamente bueno como pocos y posee una comprensión del juego que impresiona", dijo su compañero Marcus Pedersen al término de aquel encuentro.

Su primera convocatoria le llegó a Ødegaard apenas unos meses después de debutar con su equipo en Primera, batiendo otro récord nacional.

Tras los años dorados de la década de 1990, que culminaron en la victoria frente a Brasil en el Mundial de Francia '98, Noruega desapareció del primer plano internacional y sólo tuvo pobres generaciones de futbolistas. Hace 14 años que no juega una fase final de un gran torneo.

Odegaard es la gran esperanza de todo el país nórdico, que se ilusiona con volver a ser el equipo que alguna vez supo ser primero en Europa y luego en el mundo.