El New York City sufrió su primera derrota en la Major League Soccer de Estados Unidos por culpa de un saque lateral. Es que el encargado de reponer el juego desde el costado habilitó de forma magistral a su compañero, quien pudo anotar así el único gol del partido.

Matt Besler hizo uso de su potencia de manos, para lanzar, desde el lateral, y colocar la pelota en plena área chica. Como si fuera un tiro de esquina, el centro llegó a la cabeza de Ike Opara, quien conectó el balón, y le dio el triunfo al Kansas City.