El triunfo 6-1 del conjunto blanco en campo alemán en la ida dejó sin emoción la resolución de la serie, que el Real Madrid aprovechó para entretener a sus hinchas con su astro portugués a la cabeza.

El partido respondió a lo esperado. No hubo tensión y se pudo ver un encuentro entretenido con ocasiones aprovechando la debilidad de las defensas. También ocurrieron muchos errores en las entregas y en zonas imperdonables. Un partido muy imperfecto, pero agradecido para el espectador.

Con todo, lo peor fue la grave lesión de Jesé, el joven valor de la cantera del Real Madrid. A los dos minutos se golpeó con Kolasinac y la rodilla le bailó hacia lugares inadecuados. De un partido intrascendente, el equipo blanco se llevó un disgusto trascendente al perder a su primer atacante suplente. Y será por mucho tiempo.

La salida de Jesé propició la entrada de Gareth Bale, uno de los futbolistas más destacados del Real Madrid. Una asistencia suya propició a los 21 minutos el primer tanto local, anotado por el voraz Cristiano Ronaldo.

El portugués marcó porque siempre quiere hacerlo, sea cual sea el partido. Se adelantó a toda la defensa para empujar la pelota a la red y anotar su primer tanto de la noche.

El Real Madrid siguió sumando ocasiones que Álvaro Morata se empeñó en desperdiciar. El trabajo del joven delantero blanco no encontró el premio del gol hasta la segunda mitad y su hinchada, tan exigente, se lo reprochó.

El equipo blanco se relajó en el segundo tramo de la primera mitad y el Schalke 04 lo aprovechó no sólo para acaparar la posesión, sino también para igualar. Marcó a los 30 minutos, en un tiro lejano de Tim Hoogland que Sergio Ramos desvió. Suficiente para despistar a Iker Casillas, que se quedó clavado, sin reacción.

Lo único que cambió en la segunda parte fue que el Real Madrid recuperó algo de tensión y pasó a ser el claro dominador aprovechando la apatía de su rival. Bale siguió aprovechando su carril y Cristiano Ronaldo mantuvo su hambre goleadora.

El segundo tanto blanco ocurrió a los 74 minutos en la enésima maravilla de Cristiano Ronaldo. El portugués encaró hacia el área desde el centro del campo, nadie lo pudo parar y el delantero marcó con un misil característico. Fue su decimotercer gol en la presente edición de la Liga de Campeones. Además, cuenta 41 tantos en esta temporada.

Y el tercer gol local llegó al minuto siguiente, en otro contraataque que concluyó con disparo al travesaño de Cristiano y posterior remate de Morata al gol.

Cristiano Ronaldo pudo conseguir un 'hat-trick' a siete minutos del final, con otro disparo suyo que se estrelló en un palo. El Santiago Bernabéu estalló en un clamor para el portugués, para quien no existe un partido pequeño.

Así concluyó una eliminatoria con un solo dueño, el Real Madrid, que pasó por encima del endeble rival alemán. Muy diferente será el encuentro del domingo, en el que los blancos juegan ante el Barcelona un "superclásico" trascendente.