Dunga se agarra la cabeza, y no solo por la derrota, sino porque se quedó sin su máxima figura. Neymar recibió la segunda amarilla en la Copa América, y ya no podía estar en el partido decisivo ante Venezuela, pero, por las dudas, se hizo expulsar cuando ya había terminado el encuentro.

El delantero del Barcelona no se bancó el festejo colombiano, y le tiró un pelotazo a Pablo Armero. Enseguida se le fueron todos los rivales al humo, y el astro brasileño le tiró un cabezazo a Murillo, lo que provocó la reacción de Carlos Bacca, y el posterior empujón al 10.

Terminó en escándalo el partido, con varios cruces más que no llegaron a mayores, y mientras los compañeros sacaban a Neymar de la cancha, el árbitro del encuentro, el chileno Enrique Osses, le mostró la tarjeta roja, al igual que a Bacca.