El empate agónico conseguido con el cabezazo de Cristian Medina al arco vacío desató un pandemónium en el estadio ya que los hinchas de Marruecos no soportaron la igualdad cuando saboreaban un triunfo histórico.

El plantel albiceleste se fue al vestuario cuando comenzaron los incidentes ya que una bomba de estruendo arrojada desde la tribuna explotó cerca del banco de suplentes.

El árbitro del encuentro, Glenn Nyberg, había agregado 15 minutos de tiempo de descuento, lo que despertó la furia de los hinchas del seleccionado africano.

X de Gastón Edul