Le pesó la presión: Racing fue bailado y vapuleado por Tigre
El equipo de Diego Cocca sufrió de pelota parada, por jugada individual y a través de dos contraataques de los locales. Erik Godoy, Lucas Wilchez y Kevin Itabel, en dos oportunidades, los héroes. La Academia jugó mal y se vio superado en todas las líneas.
Tigre aplastó 4-0 a Racing como local en lo que es, hasta el momento, el gran batacazo del vigente torneo argentino. Al comienzo de la primera parte, el Matador se puso en ventaja a través de un cabezazo de Erik Godoy y a los 35, el que aumetó fue Kevin Itable mediante un contraataque. En tanto, Lucas Wilchez festejó con una hermosa jugada individual al minuto del segundo tiempo y el propio Itabel decretó la goleada a los 15.
Los dirigidos por Diego Cocca se vieron sorprendidos por el comienzo demoledor del local, que encontraron en una pelota parada la manera de justificar su mejor arranque en el partido. A partir de ahí, el partido entró en el juego que propuso la Academia: el de la violencia. Nervios e impotencia dominaron la escena blanquiceleste, y Tigre lo aprovechó.
Fue ahí cuando, con Racing volcado al ataque, un contraataque le puso el moño a la actuación de los de Fabián Alegre. Y Kevin Itabel definió a lo Diego Milito. Así, con el 2-0 a cuestas, el Matador dominó lo que quedaba de la etapa inicial a su antojo y conveniencia.
Y el segundo tiempo no pudo arrancar peor para la Academia. Es que Tigre jugó el partido perfecto. Y si hablamos de perfección, así hay que calificar a la jugada individual de Wilchez: amagos, gambetas y definición al segundo palo de Sebastián Saja. Y también el encuentro de Itabel es para el cuadro: en esta oportunidad, le puso el broche a una gran jugada individual.
La última medis hora fue un fiel reflejo de los noventa minutos. Porque Tigre, como durante todo el partido, controló la pelota y disfrutó. Y Racing lo padeció. Así, es muy difícil que los dirigidos por Cocca entusiasmen a su público con una vuelta olímpica.