¿Empezaron a pesar las piernas?
Ganamos a través de una de las maneras más lindas que hay: gol en el último minuto. A nivel resultado es irreprochable. Se marcó el famoso gol de visitante tan necesario en este tipo de competencia y ahora da para pensar que tendremos un partido de vuelta, en el Monumental, mucho más tranquilo.
Sin embargo, a nivel juego sí hay cosas que reprochar. O en todo caso que preocuparse. ¿Fue este el primer partido en que el equipo de Gallardo sintió el ritmo de competencia y el cansancio? ¿O simplemente no se sintió cómodo ni pudo desplegar su fútbol por el buen planteo del rival?
Lo cierto es que River estuvo lejos de brillar este miércoles por la noche en Mendoza, a diferencia de lo que vimos un par de semanas atrás por el torneo local ante el mismo rival. Con una cantidad de ocasiones de gol similar en los dos equipos, el ‘Millo’ pudo haber estado tanto abajo como arriba en el marcador durante la mayor parte del encuentro.
A su vez, los dirigidos por Gallardo estuvieron muy imprecisos en los pases, mal en la toma de decisiones y sin esa fineza ni velocidad en los traslados que caracterizaron al conjunto del ‘Muñeco’ en los últimos partidos.
Pese a esta falta de respuestas colectivas e individuales, River consiguió un triunfo muy valioso en Mendoza. El 1-0 como visitante lo deja muy bien parado de cara a la vuelta, donde seguramente volverán Maidana y Teo Gutiérrez.
Como advertimos anteriormente, la alarma que nos deja este partido es el interrogante acerca de la condición física de nuestros jugadores directamente vinculada con el estilo de juego que pide el entrenador. ¿Hasta cuándo soportarán las piernas correr todo lo que pide el DT?
A su vez, jugándole mano a mano a los centrales y a Kranevitter, más una presión casi asfixiante por parte de sus volantes, Godoy Cruz nos controló los primeros 45 minutos. Un dato a tener en cuenta ya que seguramente nuestros próximos rivales busquen copiar la receta del conjunto ‘bodeguero’.
Ahora, sólo nos queda pensar en Tigre, que el domingo vendrá al Monumental, para seguir por esta bella y dulce senda del triunfo, si es que queremos continuar en lo más alto del fútbol argentino. Jugando bien como casi siempre o más bien irregular como ayer, seguimos ganando y eso es lo que vale.