La fiscal mantiene la inocencia de Messi y solicita su absolución por la defraudación impositiva
La fiscal Raquel Amado volvió a reclamar la absolución del mejor jugador del mundo al señalar que "quedó demostrado que no había ánimo de defraudar" al Estado. Asimismo, ratificó el pedido de 18 meses de prisión para Jorge, el padre de Lio. La palabra del abogado de la familia.
Son palabras de la fiscal del caso, Raquel Amado, al reclamar la absolución de Lio: "En el juicio quedó demostrado que en el caso de obligado tributario -Lionel Messi-, no había dolo, es decir, ánimo de defraudar".
Así, la representante del Ministerio Público destacó que quedó acreditado que el futbolista argentino "no tenía conocimiento ni pudo conocer el hecho delictivo", porque las pruebas indican que "nadie le explicó nada".
En ese sentido, Amado se apoyó en la declaración de ayer del jugador, quien, insistió que "no sabía nada" sobre el pago de tributos ni la gestión de sus derechos de imagen: "Yo sólo me dedicaba a jugar al fútbol y confiaba en mi papá".
Lio aterrizó este viernes en San José, Estados Unidos, para reunirse con la selección para preparar el debut en la Copa América.
Lio no, su padre sí
"El fraude se produce porque hay una decisión, o bien el responsable o, como dice el Ministerio Fiscal, su padre, quien viene a ser su 'alter ego' en la gestión económica y todo lo que tiene que ver con la cuestión tributaria", sostuvo Amado.
El juicio oral concluye como empezó: sin la presencia del crack rosarino ni su padre en el banquillo de los acusados, quienes renunciaron a su derecho de última palabra.
El Ministerio Público inicialmente querelló contra el futbolista pero luego levantó los cargos y sólo los mantuvo contra su padre. Sin embargo, la Abogacía del Estado imputa tanto a Messi como a Jorge por tres delitos de evasión fiscal derivados de los ingresos por explotación de los derechos de imagen del jugador entre 2007 y 2009.
Pide para ambos 22 meses y medio de prisión, una pena que de ser condenados no cumplirán porque es menor a los dos años y, al no contar con antecedentes, es excarcelable.
Sin fecha cierta de sentencia, el fallo tardaría un par de meses, dependiendo de la carga de trabajo de los juzgados, indicaron fuentes judiciales.