Ya es casi un hecho: la FIFA es un organismo supranacional cuyas, en efecto, están por encima de las leyes nacionales. Lo demuestra cuando es solo ella la que autoriza un partido en determinada cancha –sin intervención de las autoridades locales– o cuando también autoriza el consumo de bebidas alcohólicas en los estadios brasileños.

Ahora, decidió prohibir. Incluso, la libertad personal de los jugadores para utilizar tal o cual adminículo electrónico; al menos en público.

Sony hizo su reclamo, como sponsor oficial de Brasil 2014, y la FIFA concedió ante el dinero: a partir de ahora, los jugadores  no podrán utilizar en público tecnología que no sea de la marca japonesa.

Desde ahora, esta disposición impide que jugadores como Neymar, que habían firmado con otras marcas para exhibir públicamente sus adminículos, por ejemplo en entrenamientos y en apariciones públicas, hagan lo que se les antoja.

¿Cuánto resta para que la FIFA decida qué vestimenta, por ejemplo, deberán los espectadores en las canchas del mundo...?