Este miércoles se vivieron horas de nerviosismo en la sede de Boca, porque una gran cantidad de socios se llegó hasta ahí para reclamar por las entradas agotadas en apenas 10 horas, y muchas sospechas sobre una maniobra de reventa.

Los socios fueron desalojados por personal de gendarmería y, quienes se quedaron afuera del primer superclásico copero, estallaron en las redes contra el presidente Angelici y los directivos boquenses. Ahora, los gendarmes custodian la entrada al club.