Se terminó un 2014 raro para el hincha de Boca, con varias decepciones pero con una enorme certeza: lo más preciado que tenemos son los colores, es la Bombonera, los ídolos y sobre todo nosotros, los hinchas. Esos que hacemos a Boca distinto a los demás y cada día más grande.

En lo futbolístico, se concluyó mejor de lo que se arrancó. Este equipo había comenzado con altibajos allá por febrero, con el correr de los partidos, y con Riquelme en cancha, se fue acomodando para terminar como uno de los mejores de la temporada junto con Vélez. Más tarde llegó el Torneo de Transición, un mal arranque en esa competición y la Copa Argentina hicieron que la Comisión Directiva eche a Carlos Bianchi y contrate a Rodolfo Arruabarrena. En el medio, durante el mercado de pases de invierno, las contrataciones sistemáticas a jugadores representados por Fernando Hidalgo y la salida del último gran ídolo: Juan Román Riquelme.

El ‘Vasco’ le puso el pecho a un momento difícil, no tanto por los resultados sino por el clima que se generó tras las salidas de Román y el ‘Virrey’. Acomodó al equipo y peleó la Sudamericana y el campeonato hasta el final. Ayer, se despidió del año futbolero con derrota ante Gimnasia en La Bombonera pero otra vez el protagonista fue el hincha, que colmó la cancha como siempre y dio un nuevo veredicto.

Obviamente con un clima que se pone cada vez más político de cara a las elecciones que tendrá el club en 2015, hubo una innumerable serie de reclamos a Angelici. Los reclamos son genuinos, el hincha no come vidrio por más que algunos medios traten de justificar lo injustificable. En el último mes, la comisión directiva dejó en claro que no cuida el patrimonio de Boca y se sentó a negociar a tres de sus máximas joyas: Leo Suárez, Tomás Pochettino y Julián Chicco. Además, cedió al goleador Gabriel Guerra y antes regaló a Thiago Casasola. También en los últimos días presentó un proyecto en la legislatura para construir un nuevo estadio, cuando se había hablado de ampliar La Bombonera.

Unos meses atrás, y en la misma sintonía, se entregó la concesión del Museo de la Pasión Boquense a manos de algunas empresas privadas, entre ellas Torneos y Competencias, por el término de 10 años. Parece mentira, pero el 14 de este mes se cumplirán tres años de la asunción de Daniel Angelici y Boca solo habrá obtenido una Copa Argentina. La ‘mojarra’ de Macri, como lo bautizó atinadamente Elio Rossi, está repitiendo, en logros deportivos, la mala gestión que él mismo había criticado. Angelici dijo que era poco un título en tres años. El ‘Tano’ también había dicho que los hinchas renueven el pasaporte…

Por ahí leí a alguno echarle la culpa del presente de Boca al hincha, por sus ‘Bombonerazos’. Por haber escuchado por demás a los socios. Para males de aquellos que en las buenas vacían a los clubes y hacen sus negociados, el hincha se cansó. El hincha ahora sabe que Boca entregó su museo, que esta dirigencia maltrata a los ídolos, regala a los pibes y quiere mudar La Bombonera.

Se cagan en la historia, en los colores y en los ídolos. Se cagan en los hinchas. Nos quieren hacer creer que aquellos que colaboraron para hacer cada día más grande a Boca somos los villanos, que el hincha es el culpable de todos los males y todo un discurso para que los verdaderos responsables puedan irse sin helicópteros. Capaz Angelici piense de verdad que la culpa es toda de Gigliotti… Primero fue de Riquelme, después de Bianchi, después de que los chicos se quieren ir, etc.

En la misma tarde en la que Román cumplió con uno de sus objetivos, pero con otra camiseta en el fútbol argentino y alcanzó la cantidad de ascensos que tienen los primos, llegó la hora de hacer el balance de este 2014. La conclusión no es tan difícil de sacar: ¿Qué nos dejó Angelici? Nada…