La apnea representa un desafío personal en el que se ponen a prueba tanto la valentía como la prudencia de quien intenta llegar al límite. Este deporte requiere años de entrenamiento físico y mental, un esfuerzo que solo pocos atletas logran soportar. 

Para entender a qué se enfrentan los apneistas, basta considerar cuánto están dispuestos a arriesgar. Audrey Mestre fue una de las figuras más destacadas en este mundo submarino. Desde temprana edad, su destino parecía ligado al agua: a los 3 años, ya había ganado una medalla de oro en natación (25 metros libres). 

Sin embargo, el lugar donde encontraba su mayor felicidad también se convertiría en el escenario de su trágico final.

Cuál es la misteriosa historia de Audrey Mestre, la buceadora que murió intentando romper un récord

Audrey Mestre, la buceadora que murió de una forma polémica
Audrey Mestre, la buceadora que murió de una forma polémica

Audrey Mestre inició su pasión por el buceo a los 13 años en su natal Saint Denis, motivada por su abuelo y su madre. A los 16, ya poseía su licencia de buceo recreativo. Su amor por este deporte creció, y en 1996, a los 22 años, conoció al famoso apneista cubano Francisco "Pipín" Ferreras, quien influiría profundamente en su vida y carrera. 

Más tarde, Mestre se interesó en el buceo libre No Limits, donde el atleta desciende sin oxígeno y asciende mediante un globo elevador. En 1997, estableció su primer récord al descender 80 metros en Gran Caimán, y al año siguiente, superó su marca con 115 metros en la categoría mixta, junto a Ferreras, quien pronto se convertiría en su esposo.

Para 2002, Mestre ya era una figura destacada. En abril, logró una inmersión de 130 metros en Fort Lauderdale en menos de dos minutos

En octubre de ese año, con 28 años, buscaba romper el récord mundial absoluto, proponiéndose alcanzar los 171 metros de profundidad en las aguas de Bayahíbe, República Dominicana. Sin embargo, durante el ascenso, el globo elevador presentó un fallo que retrasó su regreso a la superficie, y su cuerpo emergió después de 8 minutos y 41 segundos, mucho más allá del tiempo seguro. Además, solo había dos buceadores auxiliares, cuando el estándar era de al menos diez, y el equipo médico no estaba adecuadamente preparado.

Las investigaciones calificaron la muerte como accidental, pero surgieron rumores que apuntaban a Ferreras, con quien Mestre había tenido problemas de pareja. Algunas versiones mencionaron celos profesionales, ya que Mestre había alcanzado gran éxito en apenas cuatro años de carrera. Además, Ferreras fue el último en verificar el globo elevador, lo que generó suspicacias que aún persisten en redes sociales. 

Hoy, las cenizas de Audrey Mestre reposan en las aguas de Miami, donde alguna vez entrenó junto a Ferreras.