El rugbier australiano James Horwill sufrió una impactante fractura de su dedo índice de su mano izquierda durante el encuentro entre los Harlequins, donde juega, y los Tigers, en Inglaterra.

El capitán de su equipo cayó al piso luego de un choque cuando faltaban diez minutos para el final, y allí fracturó su dedo. A pesar que se le veía el hueso, quiso seguir en la cancha.

Con el dedo fracturado, Horwill pidió a los doctores que se lo recolocaran y vendaran para continuar jugando, aunque el cuerpo médico decidió que era mejor sustituirlo.