La eliminación de la Copa Sudamericana de Boca ante Cruzeiro dejó secuelas en el equipo pero el apoyo de los hinchas por el juego y la hidalguía del equipo de Diego Martínez, que peleó el partido hasta el final -y casi lo empata- con un hombre menos por la expulsión temprana de Luis Advíncula. 

El peruano vio la roja a los veinte segundos de partido, y Miguel Merentiel, falló el último penal. Los dos referentes xeneizes fueron bancados por los hinchas con muestras de cariño cuando el plantel llegó al hotel donde se hospedó en Belo Horizonte.