"Se lo había prometido a mi señora, a mis hijos, y a este pendejo también", dijo el 'Pichi' Mercer. El pibe que lloraba desconsoladamente en su hombro no era su hijo, sino Ángel Correa, impedido de jugar al fútbol por un problema cardíaco que le descubrieron los médicos cuando pasó al Atlético de Madrid.

"Se va a Europa campeón, se puede ir con la medalla a España tranquilo, por eso está así", explicó el 'Pichi'. -Vos también llorás, le remarcó el periodista. "Qué te parece, 34 años, no todos los días se juega una final así".

El mediocampista de 34 años ofició como padre o tío de Correa. Lo llevó a dormir a su casa y hasta le dio de comer en las primeras épocas de Angelito en Primera.

Mercier, surgido en el ascenso -jugó en Flandria, Morón y Platense-, hasta que Caruso Lombardi lo llevó a Argentinos Juniors, donde se coronó campeón bajo la conducción de Borghi. En aquel equipo comenzó el dúo en el mediocampo con Néstor Ortigoza.

¡Había que verlo a Mercier jugar en el ascenso como lo hace ahora, o mejor! Allí jugó de mediocampista externo, de lateral y hasta de líbero, hasta que se hizo cinco tapón. Y se coronó campeón de América, a los 34 años.